sábado, 14 de enero de 2012

Artículo de un peregrino

Me ha llegado este artículo de José Luis Vilanova Alonso sobre su paso, como peregrino por el Teleno. Es de destacar el poema-epitafio de un tal Perico (no sé si es leyenda o realidad)

Cuando pase mi tiempo
y la hora me llegue,
que me cite a una boda
maragata la muerte.

Sólo pido que el tálamo
en Astorga se eleve,
que me porten a hombros
mis amigos de siempre
y me abrace la tierra
que besé tantas veces.

Que mi lecho ni en mármol
ni en cemento se cierre,
pues ya tuve prisiones;
mi epitafio en la nieve
y que el viento lo escriba
cada mes de noviembre.

Que mi cruz sea la sombra
de algún álamo ausente,
y el susurro del aire
en sus hojas me rece;
ningún llanto, que el eco
ya lloró muchas veces.

Que no ensucien mi tumba
con crespones que mienten
y que amarran coronas;
sólo flores que siembren
pajarillos y abejas
y estercolen mis sienes.

Y que, siendo ya polvo,
El Teleno me avente
y mis restos esparza
entre espigas silvestres.


El Teleno

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